Por: Mila Robalino
Décimo de Básica Superior “A”
Viajemos en el tiempo, transportémonos a aquellos fríos años de guerra en los que la sangre se derramaba a cada segundo y el fuego ardía en tierra. Aquellos días en donde el mundo estaba sumido en horror bajo la bandera roja y negra que ahora representa la inhumanidad del pasado. Cierra los ojos y ábrelos de vuelta en un mundo a blanco y negro, con jazz de fondo, autos redondeados, faldas extravagantes y radios alocadas de noticias. O tal vez a un horrible campo helado, rodeado de cadáveres en el suelo, trajes a rayas, tristeza y miseria impregnadas en el aire, tortura a la orden del día y armas brillando por todas partes acompañadas de gritos quejumbrosos.
Si pudiéramos retroceder el tiempo y vivir en esta época como lo hacía un judío y no como un inocente alemán de hebras doradas y ojos azules, sino como un mugroso judío tal como recitaban las publicidades en aquellos años. No hay crimen de por medio más allá de existir fuera del margen de lo “perfecto”, portar una estrella bordada en el pecho y con cada día que pasaba eras menos humano para la sociedad. Las propagandas, discursos, grafitis y acciones en contra tuya y de millones. Imaginémonos rezándole a un Dios que parecía estar dando la espalda, ser burlado frente al mundo, ser un indigno de merecer vivir por la tez ligeramente más morena e iris oscuras.
Imaginar pensar que un día el negocio de la familia judia ha sido clausurado. Las grandes letras blancas en la vitrina del local junto con la ahora burlesca estrella de David justifican todo. El Jude ahuyenta a la gente y el cartel en alemán en la puerta igualmente. Papá intenta pedir explicaciones a los soldados pero lo único que recibe son burlas. La escuela cierra sus puertas a los inferiores como tú y mamá ya no puede caminar tranquila por las calles. Tu pequeña hermanita que apenas y tiene conciencia desea ir a jugar afuera pero lamentablemente tiene que quedarse en casa en silencio.
Hasta el hogar que antes los protegía ahora pudiera ser seguro en la radio cuenta el caos afuera, el mundo arde en llamas literalmente bomba tras bomba, muerte tras muerte y país contra país.
Se escuchan volar por los aires los colosales aviones de guerra que probablemente jamás volverán al igual que los camiones repletos de jóvenes cantar canciones de guerra irónicamente alegres.
Se escuchan a los vecinos decir que los hombres están siendo llevados a un lugar desconocido, apuntándolos con sus monstruosas almas y que apenas dan tiempo de guardar las cosas.
Todos creen que es tiempo de huir, pero cayeron en cuenta demasiado tarde en la mayoría de los casos ya dieron con tu familia, y tal como lo contaban los rumores fue tan violento y apresurado que el recuerdo es borroso. Solo recuerdas que se escucharon gritos, insultos, órdenes y amenazas que yacen en tu memoria para luego ser transportados en un oxidado camión en media noche a un lugar escondido de los ojos del mundo.
Las horas interminables te transportaron a un tren de ganado, repleto de personas en su lugar agitadas y consumidas por el miedo de la incertidumbre, los niños lloran, los ancianos reclaman y la Luna observa callada todos los acontecimientos.
Un mal presentimiento crece dentro de ti, temblando en una esquina del frio hierro. Cuando el Sol ya alumbraba estabas tan inimaginablemente lejos de casa. Había tanta gente que perderse era pan comido. Así que sostenías las manos de mamá y papá como si la vida dependiera de ello. Era un espantoso caos a las afueras de un cerco eléctrico y hombres de trajes cafés, tal y como una pesadilla estaban separando a las personas de sus familias ¿Qué ocurría? Mamá fue arrastrada hacía una fila y papá a otra. La pequeña niña cegada por la inocencia ya se había perdido hace rato. Gritaban de pavor y tú lo hacías de vuelta ¿Por qué? Ella decía que pronto estarían juntos de vuelta pero entre sus lágrimas se entendía que no, una última caricia en las manos marcaron un final para perderse entre la multitud con una triste ilusión. Así fue la última vez que viste sus ojos desesperados y confusos. Papá calló con una sonrisa afligida que se impregnaría en tu memoria hasta el final de tus días y la tortura comenzó.
Día tras día, las gotas de sudor abrazaban ferozmente tu esquelética anatomía, cada minuto parecía ser el último entre el putrefacto olor de cadáver y rifles bulliciosos. Cada golpe, burla insulto y tortura encerrado entre esos siniestros muros. Miedo, asco y pena protagonizaban la terrible obra de estar vivo con un tatuaje en el antebrazo y trajes de rayas que señalaban el delito de ser judío.
Los días se llevaron la poca juventud que quedaba y el deseo de acicalar tanto horror acabo con tu miserable vida por un gas que te hizo flotar hasta el cielo. Y ahora tu nombre está escrito en un interminable libro que la gente mira con horror.
Ahora es momento de volver a nuestra época. Abre los ojos y respira, mira a tú alrededor, tu hogar, tu familia es un mundo “pacífico” que esta marcado por “nunca jamás” casi desvanecido en el aire por las bombas en medio oriente, las almas en pena y el racismo ferviente.
No es un mundo que haya aprendido de sus errores aún falta mucho para que esa fantasía se cumpla en la actualidad, pero nos queda la fe por la humanidad que tenga el anhelo de luchar para no tener que vivir en carne propia esa pesadilla y nunca más repetir los errores del ayer.
Las nuevas generaciones tenemos la obligación de luchar para que finalmente podamos vivir en mundo de justicia, respeto, libertar, un anhelado mundo sea de blanco.
Bibliografía
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Mdg Documentales. (2016, 18 octubre). Documental- La maldad Nazi Español Latino HD [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=l41bUnqi8w0
LNDH - Testimonios de sobrevivientes del Holocausto. (2016, 24 agosto). [Vídeo].
YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=4EERP2COVlo